Sinopsis:
En una ciudad donde nadie dice lo que piensa, un policía busca la verdad. Primera entrega de la trilogia del inspector Salgado.
Tres muertes inexplicables. Dos promesas de venganza. Un verano sofocante.
El inspector hispanoargentino Héctor Salgado ha cumplido los cuarenta, su esposa lo ha dejado por una mujer, tiene una relación difícil con su hijo y no termina de cuajar en el cuerpo de policía autonómico. Quizá su único refugio sea el cine, su gran pasión. Actualmente investiga la muerte de un adolescente. Lo que en principio era un caso sencillo se complica a medida que Salgado va conociendo a la familia del chico, empresarios respetados que quieren entrar en política. No es agradable hurgar en los secretos de los poderosos, a lo que hay que sumar los coletazos de su caso anterior, un asunto de trata de blancas. La unidad de Salgado desmanteló una red recientemente y el cabecilla, un fanático del vudú, tiene sed de venganza.
Nuestra opinión de El verano de los juguetes muertos:
Como nos gustó la última novela de este autor, El oscuro adiós de Teresa Lanza, decidimos conocer un poco mejor su obra y probar con otro de sus títulos.
Finalmente nos decantamos por este ya que es el primero de una saga de novelas, las cuales están protagonizada por el inspector Héctor Salgado y la nueva incorporación a la Comisaría, Leire Castro.
Arrancamos la saga del Inspector Salgado
A la par que nos va presentando a los protagonistas, se va desdoblando la trama en un doble caso. Por un lado, los coletazos de un caso anterior que ocasionó serios problemas a Salgado y, por otro lado, la muerte de un joven de una familia acomodada, cuya causa está pendiente de determinar. No obstante, ambas líneas argumentales están muy bien delimitadas, de manera que no confunden al lector.
Mientras va perfilando la personalidad del inspector y de su ayudante Leire y las circunstancias personales de ambos, nos va presentando también toda una galería de personajes muy bien definidos. Desde Regina a Félix, o la enigmática Joana, así como al fallecido Marc y sus amigos, etc. fáciles de identificar entre los perfiles de personas que quizás conozcamos.
También es fácil identificar el escenario donde transcurre la ficción, en particular para los habitantes de Barcelona, pero también para los de otras ciudades con barrios y comunidades similares a los descritos. En esta ocasión, a diferencia de lo que ocurre en Tigres de cristal, otra de sus novelas ambientada en un barrio marginal, los hechos transcurren en un barrio residencial de la zona alta de la ciudad.
Con un lenguaje sencillo, directo y natural, fácil de leer, la novela va desvelando poco a poco pequeños secretos y dosificando el suspense. De esta manera, nos mantiene constantemente pendientes de lo que ocurrirá en las siguientes páginas.
Repetimos la palabra “fácil” al describir distintos aspectos del libro, pero no para quitarle valor, sino bien al contrario, como sinónimo de agradable, familiar, entretenida, sencilla, de cómoda lectura y muy amena.
Y cuando acabamos de leerla, sabemos que no será el final, pues nos quedan intactas las ganas de seguir conociendo a los protagonistas y de saber cómo irán resolviendo sus vidas en Los buenos suicidas y Los amantes de Hiroshima, las otras dos novelas que protagonizará Salgado.
Sobre Toni Hill:
Nació en Barcelona en 1966 y se licenció en Psicología, aunque profesionalmente se ha dedicado a la traducción literaria. Entre otros autores, ha traducido a David Sedaris, Jonathan Safran Foer, Glenway Wescott, Rosie Alison, Peter May, Rabih Alameddine y A.L. Kennedy.
Como escritor, ha escrito mayoritariamente novelas de intriga, destacando la trilogía protagonizada por el inspector Héctor Salgado.